1. Quien es Dios
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, (Isa. 46:9) Él es el único Dios, el creador del cielo y la tierra, Dios es santo y el Todopoderoso. Dios es Santo y el Todopoderoso, por lo tanto, no debemos adorar otros dioses (Éxo. 20:3)
2. Jesucristo es el único salvador
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hec. 4:12) Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores (Mat. 18:11) Jesús murió y resucito de los muertos para salvarnos y librarnos del reino de las tinieblas.
3. Todos hemos pecado
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, (Rom. 3:23) todo ser humano tiene una simiente pecaminosa heredara por Adán.
Por medio de un hombre el pecado entro al mundo (Rom. 5:12) Nuestras obras no pueden limpiar nuestro pecado, solo por la fe en Cristo y la misericordia de Dios (Tit. 3:5)
4. Todos serán juzgados delante de Dios
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. (Apo. 20:12) En el día del juicio todos tenemos que dar cuenta a Dios por las cosas que hacemos en la tierra (Mat. 12:36)
5. Hay vida después de la muerte
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. (Dan. 12:2) la Biblia registra dos resurrecciones, la resurrección de condenación y la resurrección de vida (Jua. 5:29) los malvados serán resucitados para ser condenados, pero los creyentes serán resucitados para recibir recompensas (1 Cor. 3:13-14)
6. El arrepentimiento es necesario
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. (Luc. 13:3) por el hecho que todos hemos pecado, la Biblia dice que tenemos que arrepentirnos y abandonar todo pecado. (Hechos 2:38) Parte del arrepentimiento es sentirnos triste por haber ofendido a Dios por muestras acciones pecaminosas, además confesarlo, tener un cambio de pensamiento y volvernos a Dios.
7. Empecemos
a leer la Biblia